Un método diseñado por la Unidad de Alcohol logra que el 70% de los enfermos prescindan de la bebida durante tiempo prolongado.
El método es eficaz. Pero el camino no acaba aquí. El alcoholismo es una enfermedad con un sinuoso recorrido y hay que estar al tanto en cada paciente: comprobar que sigue abstemio, porque es posible que recaigan en un 50% al año.
El alcoholismo tiene una fuerte carga de prevalencia. La población con una ingesta excesiva (más de cinco bebidas al día) se sitúa en torno al 4,3% entre los hombres y el 0,6% en las mujeres. Por eso, es importante disponer de un método que facilite la resolución o reducción de la bebida del alcohólico crónico.
El método diagnóstico-pronóstico consiste en informar al paciente de su actual alteración hepática y de su pronóstico a mediano y a largo plazo si persiste en el consumo. Es importante incorporan también los consejos de otros especialistas, como psiquiatría. Todo ello con un seguimiento y una valoración trimestral periódica dependiendo del estado clínico, y la evolución de los marcadores biológicos. Así, de esta manera, el paciente ve cómo mejora su evolución y mejora también su pronóstico.
El método ha resultado ser más eficaz en las mujeres que en los hombres: el 67% de los hombres deja de beber durante un año, frente al 89% de las mujeres.
El consumo excesivo de alcohol está relacionado con 60 enfermedades diferentes, con daño en órganos vitales como cerebro, tracto digestivo, cardiovascular, y sistema inmune. El alcohol también está condicionando un incremento del 10% de los procesos cancerosos.
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