El Prof Herranz:
Pregunta: Desde su punto de vista, por tanto, ¿qué valor encierra para la profesión disponer de un Código de Ética y de Deontología Médica?
Respuesta: “Dicho a grandes rasgos, el Código de Ética y Deontología invita al médico a llevar una conducta por encima del mínimo legal exigido y le persuade a que haga buen uso de las prerrogativas que se le conceden para hacer más fácil y eficiente su trabajo a favor de los pacientes. El médico es un ser humano ordinario, no es superior a nadie. Le obliga la ética común. Pero, en su tarea habitual no trata con gente común. La relación entre el paciente y su médico no es, en el fondo, una relación equilibrada y simétrica. El médico, en ella, ocupa una posición de ventaja y, por ello, necesita que su poder sea moderado, que se le diga claramente que hay deberes morales que le obligan, que hay acciones y omisiones que quedan por debajo de lo debido, porque faltan al especial respeto ético debido al paciente. En esta dimensión individual, el código contiene unos principios éticos de los que derivan los deberes deontológicos del médico y los derechos deontológicos, morales, de los pacientes, que protegen a los ciudadanos frente a cualquier tipo de abusos, no sólo los prohibidos por la ley. Al mismo tiempo que ejerce una función de guía, de consejo y, sobre todo, de inspiración. Conocer el Código facilita al médico, en la situación ordinariamente ajetreada de su trabajo, la pronta toma de decisiones, con la garantía de que estas serán congruentes con el ethos profesional. Los médicos que no estuvieran obligados por la ética deontológica podrían llegar a convertirse en una especie de esbirros, funcionarios serviles del Estado y esto me parece un error grave.” Gonzalo Herranz, Portal informativo de la Organización Médica Colegial de España, Madrid, 14 de octubre 2011
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