jueves, 17 de octubre de 2024

En la festividad de San Lucas, patrono de los médicos

A propósito de esta festividad es muy sugestiva la defensa que San Juan Pablo II hizo del Juramento Hipocrático, que a buen seguro fue asumido por el propio San Lucas.

Muy bien lo refleja el Prof Gonzalo Herranz en este fragmento de una intervención suya: 

“… En su recurso a Hipócrates y a su Juramento, Juan Pablo II se emplea con una intensidad sin precedentes en el Magisterio de la Iglesia: es una conclusión que se deduce cuando se revisa panorámicamente la presencia de la ética de Hipócrates en los documentos papales, la patrística, la escolástica y la medicina pastoral 

En su defensa radical de la vida humana, el Papa adujo reiteradamente las cláusulas del Juramento Hipocrático que rechazan el aborto y la eutanasia. 

En el ya referido primer encuentro con los médicos, que tuvo pocos meses después de ser aprobada en Italia la legislación despenalizadora del aborto, urgía a los médicos italianos a que no permitieran que sus conciencias fueran manipuladas mediante halagos, presiones, amenazas o violencia física; a que no mancharan sus conciencias con comportamientos que pudieran lesionar el bien sagrado de la vida humana. 

Les animó a "no colaborar en prácticas contrarias a la ética, no sólo cristiana, sino sencillamente natural, en contradicción abierta con la deontología profesional, expresada en el celebérrimo juramento del antiguo médico pagano". 

Les instó a ofrecer a sus colegas no católicos el testimonio de una conducta responsable y sin fisuras, que afirme el derecho de libertad de conciencia profesional, promueva la defensa del derecho a la vida, denuncie la situación social de grave injusticia que introduce la ley, e impulse a la práctica de una generosidad desinteresada en servicio de la persona humana…” Gonzalo Herranz, en `La conciencia del médico y el respeto a la vida humana: Juan Pablo II y el Juramento de Hipócrates´

viernes, 11 de octubre de 2024

Reproducción humana artificial (2)

En la fecundación in vitro la ciencia es arrastrada por una compasión sin freno: en esencia, se pretende obtener una vida sin importar la aniquilación de otras muchas. La degradación ética es indiscutible.

El Prof. Gonzalo Herranz responde a la cuestión:

Cuestión: Millones de seres humanos han nacido gracias a la fecundación in vitro, aunque sólo representan un 20-30% de los embriones producidos para este fin. Esto quiere decir, que millones de seres humanos en estado embrional no han llegado a nacer, debido a los procedimientos altamente agresivos para la débil vida recién concebida, porque no eran aptos o, simplemente, porque sobraban. 

Respuesta: “Desde el primer momento, la fecundación in vitro fue mimada por la opinión pública. Fue presentada como una mezcla embriagadora de ciencia y compasión. Se le ha hecho mucha propaganda en las revistas del corazón. Y también mucha publicidad, pues no en vano hay una industria de la reproducción humana. 

El tiempo ha hecho conscientes a muchas personas que las técnicas de reproducción asistida tienen límites. El número de descontentos crece en la sociedad porque las técnicas de reproducción asistida no consiguen solucionar sino parte de los problemas. Prácticamente sigue siendo cierto que tres de cada cuatro parejas (no es fácil interpretar los datos, pese a los esfuerzos hechos para medir la eficacia real de las intervenciones) no reciben de esas técnicas el consuelo de un hijo. Sigue sin publicarse un dato esencial: la relación entre el número de niños nacidos y el número de embriones producidos en el laboratorio. Se suele decir que no es muy inferior a la tasa que se da en la reproducción natural, en la que se calcula una pérdida precoz de embriones que algunos fijan en el 80 por ciento. Pero los datos no se publican.” (En “Al servicio del enfermo. Conversaciones con el Dr. Gonzalo Herranz. José María Pardo. Ed EUNSA, 2015, 81)


jueves, 3 de octubre de 2024

Reproducción humana artificial (1)

La fecundación in vitro al pretender silenciar los estudios de la patología de la esterilidad se hace sospechosa de un interés preferentemente comercial.

La respuesta del Prof Herranz:

Cuestión: Se ha hablado abundantemente sobre la fecundación in vitro. ¿Es realmente la panacea, el remedio general para revertir el problema de la infertilidad? 

Respuesta: “Con la inseminación artificial y la fecundación in vitro se produjo realmente una revolución, cuyos resultados -a mi modo de ver- no consisten sólo en el consuelo de las parejas a las que la asistencia médica ha podido dar descendencia. Consisten, también, en el abandono de la búsqueda de la verdadera solución de muchas de las causas anatómicas, hormonales, médicas o psicológicas de la esterilidad, tanto en la mujer como en el varón. 

La práctica de la fecundación in vitro se ha convertido en el remedio universal de la esterilidad. Es una especie de Deus ex machina que resuelve todos los dramas, o parte de ellos. Empezó siendo un modo de vencer las dificultades creadas por la impermeabilidad de las trompas de Falopio, pero con los años se ha convertido en una solución universal a los problemas de esterilidad del varón o de la mujer. Con el desarrollo de las técnicas, en especial de la inyección intracitoplasmática de espermatozoides (o de células espermáticas), la solución se presenta como una cura inmediata, universal, que ha hecho olvidar, dejar de lado, la investigación de las causas y remedios de los diferentes tipos de esterilidad.” (En “Al servicio del enfermo. Conversaciones con el Dr. Gonzalo Herranz. José María Pardo. Ed EUNSA, 2015, 80-81)