Muy bien lo refleja el Prof Gonzalo Herranz en este fragmento de una intervención suya:
“… En su recurso a Hipócrates y a su Juramento, Juan Pablo II se emplea con una intensidad sin precedentes en el Magisterio de la Iglesia: es una conclusión que se deduce cuando se revisa panorámicamente la presencia de la ética de Hipócrates en los documentos papales, la patrística, la escolástica y la medicina pastoral
En su defensa radical de la vida humana, el Papa adujo reiteradamente las cláusulas del Juramento Hipocrático que rechazan el aborto y la eutanasia.
En el ya referido primer encuentro con los médicos, que tuvo pocos meses después de ser aprobada en Italia la legislación despenalizadora del aborto, urgía a los médicos italianos a que no permitieran que sus conciencias fueran manipuladas mediante halagos, presiones, amenazas o violencia física; a que no mancharan sus conciencias con comportamientos que pudieran lesionar el bien sagrado de la vida humana.
Les animó a "no colaborar en prácticas contrarias a la ética, no sólo cristiana, sino sencillamente natural, en contradicción abierta con la deontología profesional, expresada en el celebérrimo juramento del antiguo médico pagano".
Les instó a ofrecer a sus colegas no católicos el testimonio de una conducta responsable y sin fisuras, que afirme el derecho de libertad de conciencia profesional, promueva la defensa del derecho a la vida, denuncie la situación social de grave injusticia que introduce la ley, e impulse a la práctica de una generosidad desinteresada en servicio de la persona humana…” Gonzalo Herranz, en `La conciencia del médico y el respeto a la vida humana: Juan Pablo II y el Juramento de Hipócrates´
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