
A los enfermos, a sus familiares, y al público normal, lo que les interesa de verdad es saber cómo se les está tratando a cada paciente, y si reciben todo el servicio de que son merecedores de parte del equipo sanitario.
Parece como si para los telediarios, radios, prensa… etc, no interesara saber el trato que están recibiendo cada enfermo, si el acompañamiento es realmente eficaz, si se garantiza de forma absoluta que el enfermo no permanezca nunca sólo con su enfermedad, de sus alegrías cuando son dados de alta, que son infinitamente más numerosas que las complicaciones. Esos son los intereses auténticos, no el afán obsesivamente enfermizo en reflejar números y opiniones.