De mano del Prof Herranz vamos a iniciar un nuevo capítulo de la ética médica. Se trata de lo relacionado con el comienzo de la vida humana y sus implicaciones éticas inmediatas, de las que no es posible sustraerse. La realidad científica no puede ser elaborada por razonamientos acomodaticios a intereses, como ha ocurrido ampliamente, a nivel internacional, en ésta área de la ética médica relacionada con el inicio de la existencia humana.
Comprobemos las aclaraciones del Prof Herranz al respecto
(Cuándo comienza la vida humana) "Es este un tema en el que se ha provocado deliberadamente la confusión, en el que se ha llevado a cabo una gran operación de manipulación del lenguaje.
…Sin que nadie haya ofrecido justificación suficiente, han terminado por aparecer, por ejemplo, en las leyes de plazos para el aborto o en las de experimentación embrionaria.
Ha sido una hábil maniobra la de oscurecer las ideas de la gente acerca del comienzo de la vida humana, y así introducir la permisividad ética y legal contra esa misma vida".
(Respecto al término `concepción´) "La maniobra giró en torno al concepto de "concepción"…." (Tiene su historia) la redefinición de "concepción", para mostrar cómo dejó de significar "fecundación" para significar "final de la implantación", o "momento en el que podemos comprobar la anidación". (Los protagonistas de esa historia) no están ya, probablemente, entre nosotros; pero pienso que, al leer esa historia, sus protagonistas no tendrían otro remedio que avergonzarse de su grosera manipulación.
No hubo nunca problemas, y sigue sin haberlos para la gran mayoría de la gente, para entender que concepción equivale a fecundación; que son, y han de seguir siendo, términos sinónimos. Ese es el parecer general: después de treinta años de hostigamiento por parte de muchos organismos políticos y profesionales, que han pretendido cambiar su significado, los médicos siguen llamando concepción a la fecundación, y hablan de días post-concepción tomando como punto de partida la fecundación. En los libros de texto de Embriología y Obstetricia, lo mismo que en los trabajos de investigación, esa sigue siendo la postura dominante.
Sin embargo, cuando entraron en escena la contracepción hormonal y los dispositivos intrauterinos —las anteriores eran contracepciones de barrera, que no planteaban problemas en relación con la fecundación—, se hizo muy conveniente para los promotores del control de la natalidad redefinir el concepto y el contenido de "concepción". Una cosa se hizo patente: no podía haber una introducción masiva de la contracepción si se mantenía el concepto clásico de "concepción", porque se sabía, aunque no se divulgaba, que la moderna contracepción impedía la anidación del embrión, era abortiva. La redefinición del concepto de "concepción" se hizo para que nadie pudiera hablar de abortos precoces". En “El Corazón de la Medicina” Libro Homenaje OMC, 2013, (pag. 78-82).
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