lunes, 13 de septiembre de 2021

El hombre nunca ha sido preembrión (VI): El "argumento" de las dos poblaciones celulares


El Prof Gonzalo Herranz hace caer en la cuenta que las falacias en biología humana son siempre muy peligrosas para la ética médica, máxime si están construidas o utilizadas con intenciones de dar credibilidad y fuerza persuasiva a intereses particulares. Ese es el caso de la artificiosa figura de preembrión que sirve de cauce engañoso al empleo de anticonceptivos y fecundación in vitro. Imbuidos en esa falacia biológica se sigue y se vive actualmente, desde hace muchas décadas, causando un indiferente estrago de cuantiosas vidas humanas en estadio embrionario.

Así se expresa el Prof Herranz: “Este “argumento” (de las dos poblaciones celulares) tuvo una existencia fugaz, lo que no le impidió ejercer una influencia extraordinaria. Fue, en cierto modo, el soporte científico de la idea de preembrión. Viene a decir que a partir del día 4 (de la fecundación), momento en el que se producen los primeros procesos de diferenciación, hasta el día 14, el embrión está constituido por dos poblaciones celulares:
-una de ellas, la que da origen a la placenta y a otras envolturas fetales crece con enorme rapidez, 
-mientras que la otra, la que da origen al disco embrionario (que se le describe como esbozo embrionario) del que se deriva más tarde el cuerpo, lo hace lentamente. 

A juicio de los promotores del “argumento”, esa disparidad en la velocidad de crecimiento conduce a un resultado espectacular: todo lo que del concebido se ve es prácticamente tejido extraembrionario (tejido placentario, amnios, saco vitelino, celoma extraembrionario), un conjunto de materiales, por decirlo así, de poco mérito, pues o bien sufren involución en las semanas siguientes, o bien se desechan como secundinas en el momento del parto; por contraste, en esos días el embrión propiamente tal es un esbozo apenas visible.

Por tanto, concluye el “argumento” (de las dos poblaciones celulares), como lo extraembrionario no es embrionario y es, además, desechable, lo que se pierde cuando un concebido de menos de dos semanas es destruido nada tiene que ver prácticamente con el embrión, es preembrión.

El “argumento” se hace más persuasivo si nos muestra la imagen histológica de un embrión, por ejemplo, de 9 a 13 días… Esa imagen, aunque real, puede resultar un tanto engañosa, pues corresponde en su mayor parte a extensos charcos de líquido, no a tejido celular compacto.

…Los bioéticos del “argumento” (de las dos poblaciones celulares), ¿cómo lo expusieron? Se dieron cuenta de que el lenguaje de los números posee gran fuerza persuasiva para los no especialistas y emplearon intensivamente el “argumento” (de las dos poblaciones celulares) en los meses que precedieron al debate de la ley de fecundación in vitro y embriología en el Parlamento británico. Anne McLaren, la gran promotora de la numerología del embrión, consiguió convencer a muchos, combinando su prestigio de embrióloga con su activismo socio-político

En el libro, El Embrión Ficticio, detallo, de un lado, las contribuciones de McLaren a la numerología del embrión de ratón; y de otro, la escalada de los datos que incluye en sus artículos y conferencias, una escalada a una precisión aparente que disfrazaba unos datos fabricados… 

En efecto, sin ningún respaldo en recuentos celulares realizados en embriones humanos, McLaren inventa, (repetidamente, desde 1987 hasta el 2003) …afirmando que “de menos del 1 por ciento de [la gran masa de tejido formada a partir del huevo fecundado], alrededor del 0,1 por ciento, en la porción central…  es de donde se va a desarrollar el feto y el niño”. La idea se completa con la insistente insinuación de que, antes de la gastrulación (desarrollo de la porción central), el embrión no existe.

Ese fuerte lenguaje cuantitativo, ligado al de desprecio hacia lo extraembrionario, persuadió al público británico y dio un vuelco a la actitud de los miembros del Parlamento. El "argumento" (de las dos poblaciones celulares), gracias al amaño de los números, fue de una eficacia decisiva para aprobar la Human Fertility and Embryology Act." Gonzalo Herranz. El embrión ficticio: historia de un mito biológico. El autor explica su libro. Cuadernos de Bioética 2014; 25: 305-306.

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